El fulbito de los lunes y otros cuentos. Nazareno Petrone.
Posiblemente, Nazareno Petrone tenga una de las respuestas más originales y divertidas que se hayan dado a esas preguntas en los últimos años, en las que la ficción fubolera no se le negó a nadie y nadie se negó a ella. Y es una respuesta sencilla: decir que se a a escribir sobre fútbol, y luego irse de paseo, emprendiendo una veloz huida, lejos del ripio y la sanata tanguera y pasionética, y mucho más cerca del delirio y del trip. Seguirlo es fácil: hay que renunciar a lo que Nazareno anuncia en la tapa o, mejor aún, leerlo de otra manera. El fulbito de los lunes no es una renovada zaraza de lugares comunes fuboleros: es un punto de partida a una cadena de locura, donde si hay fútbol no se nota. O se nota demasiado, porque Nazareno retuerce todos los lugares comunes del costumbrismo neo-Fox Sports y los destruye, uno por uno. Nazareno descubre que la mejor manera de escribir sobre fútbol es riéndose, y que la mejor risa es la que viene de la exageración de la propia lengua. Nazareno tiene un mucho de rabelsiano y un nada de melancólico. Bátase todo eso junto, condiméntese con mucha irreverencia y suficiente desparpajo, y sírvase en estos noventa minutos con algo de tiempo adicional. (Pablo Alabarces).