Cuentos. 152 páginas. 

Sus ojos recorrieron criteriosamente la librería. Cada sección le producía una atracción muy particular, ya que no llegó buscando algo específico. Quería sorprenderse y toparse con algún texto de esos que sirven para encontrarse con uno mismo. Sin embargo, ninguna obra parecía saciar su sed de lectura. Posó sus manos con desinterés por una infinidad de tapas. Libros de arte, de autoayuda. Seguía sin conseguir lo que quería. 

Su mirada continuó siendo su perro de presa. Con envidiable velocidad, sus pupilas recorrían cada título. Incluso, los tomos más afortunados eran cómplices de la lectura vertiginosa de su dorso, pero enseguida terminaban nuevamente apoltronados en el pilón de donde provenían. –Buscá un libro que te ayude a perderte, no a encontrarte–, le habían aconsejado. No sabía cómo sacarle provecho a esa sugerencia. 

Cuando todo indicaba que ningún ejemplar iba a robarse su interés, una tapa amarilla con letras rojas captó su atención. Se acercó, la tomó con las dos manos e impulsivamente sintió la necesidad de leer su contratapa. La misma, curiosamente contaba la historia de una persona que llegó a una librería en busca de un libro que la ayude a encontrarse con sí misma. Y que terminó inevitablemente atrapada entre unos Cuentos en la Niebla.

Cuentos en la niebla. Alberto Fernández.

$6.000
Cuentos en la niebla. Alberto Fernández. $6.000
Entregas para el CP:

Medios de envío

  • Quesada Retirar por Coghlan, a convenir con el vendedor.

    Gratis
Compra protegida
Tus datos cuidados durante toda la compra.
Cambios y devoluciones
Si no te gusta, podés cambiarlo por otro o devolverlo.

Cuentos. 152 páginas. 

Sus ojos recorrieron criteriosamente la librería. Cada sección le producía una atracción muy particular, ya que no llegó buscando algo específico. Quería sorprenderse y toparse con algún texto de esos que sirven para encontrarse con uno mismo. Sin embargo, ninguna obra parecía saciar su sed de lectura. Posó sus manos con desinterés por una infinidad de tapas. Libros de arte, de autoayuda. Seguía sin conseguir lo que quería. 

Su mirada continuó siendo su perro de presa. Con envidiable velocidad, sus pupilas recorrían cada título. Incluso, los tomos más afortunados eran cómplices de la lectura vertiginosa de su dorso, pero enseguida terminaban nuevamente apoltronados en el pilón de donde provenían. –Buscá un libro que te ayude a perderte, no a encontrarte–, le habían aconsejado. No sabía cómo sacarle provecho a esa sugerencia. 

Cuando todo indicaba que ningún ejemplar iba a robarse su interés, una tapa amarilla con letras rojas captó su atención. Se acercó, la tomó con las dos manos e impulsivamente sintió la necesidad de leer su contratapa. La misma, curiosamente contaba la historia de una persona que llegó a una librería en busca de un libro que la ayude a encontrarse con sí misma. Y que terminó inevitablemente atrapada entre unos Cuentos en la Niebla.